Fotografía para principiantes: guía básica y errores comunes5 min de lectura

Comenzar en el mundo de la fotografía para principiantes puede parecer abrumador: las cámaras con múltiples funciones, los programas de edición desconocidos y las expectativas sobre lo que debe tener una “buena foto” pueden generar dudas. Sin embargo, dar los primeros pasos es más fácil de lo que parece cuando se entiende lo básico
Esta guía está pensada para acompañar a quienes están dando sus primeros pasos, con recomendaciones prácticas, ejercicios simples y claves para lograr mejores resultados sin necesidad de grandes recursos.
A continuación, se presentan los errores más comunes al comenzar, cómo evitarlos, ejercicios para entrenar la mirada y una breve reflexión sobre el uso de la edición en fotografía.

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Errores comunes al comenzar (y cómo evitarlos)

Es habitual cometer errores al iniciarse en la fotografía. La buena noticia es que la mayoría son fáciles de identificar y corregir con práctica y atención.

1. Composición desordenada

Uno de los errores más frecuentes es no prestar atención a los elementos que aparecen dentro del encuadre. Fondos con distracciones, cortes innecesarios en los bordes o un mal uso del espacio pueden restar calidad a la imagen, incluso si el sujeto principal está bien enfocado.
Recomendación: Aplicar la regla de los tercios. Esta consiste en imaginar la imagen dividida en tres partes, tanto en horizontal como en vertical, y ubicar el elemento principal sobre una de esas líneas o puntos de intersección.

Tip práctico: La mayoría de los teléfonos permiten activar una cuadrícula desde los ajustes de la cámara. Esta herramienta sirve como guía para mejorar la composición.

2. Fotos desenfocadas

La falta de enfoque en el punto de interés puede arruinar una toma. Esto puede deberse a movimientos bruscos, poca luz o no haber definido con claridad qué parte debe ser nítida.
Recomendación: En dispositivos móviles, tocar la pantalla sobre el área que se desea enfocar antes de disparar. En cámaras, seleccionar el modo de enfoque puntual. Esta simple acción mejora notablemente el resultado.

3. Invertir en más equipo del necesario

Es común pensar que para obtener buenas fotos se necesita una cámara profesional o múltiples accesorios. Sin embargo, el equipo no garantiza una buena imagen.
Recomendación: Comenzar con lo que se tiene disponible, incluso si es un teléfono móvil. La calidad de una foto depende más de la observación, el encuadre y la intención que del equipo utilizado.

4. No considerar el uso final de la imagen

Cada fotografía tiene un propósito distinto. No es lo mismo una imagen para redes sociales que una para una tienda online o una campaña visual. Pensar en el destino de la fotografía permite tomar decisiones más acertadas desde el inicio.

Recomendación: Antes de disparar, preguntarse:

  • ¿Qué se desea comunicar?
  • ¿Dónde se va a usar esta imagen?

Por ejemplo, si se trata de una fotografía de producto, se debe priorizar la claridad y un fondo limpio. En cambio, si la imagen tiene un enfoque más conceptual o emocional, se puede experimentar con el entorno, la luz y los colores.

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Ejercicios prácticos para desarrollar la mirada fotográfica

Aprender a observar como fotógrafo es un proceso que se construye con el tiempo. A continuación, se proponen ejercicios simples que pueden realizarse con cualquier dispositivo:

1. Diez fotos de un mismo objeto

Elegir un objeto cotidiano y tomarle diez fotos diferentes, variando ángulos, fondos y condiciones de luz.
Objetivo: Descubrir distintas formas de representar un mismo elemento y fomentar la creatividad visual.

2. Caminata de observación

Realizar una caminata breve sin cámara, simplemente para observar. Identificar escenas, juegos de luz y posibles encuadres.
Objetivo: Entrenar la atención visual y aprender a ver antes de fotografiar.

3. Una foto por día

Tomar una sola fotografía por día durante una semana, eligiendo con intención qué capturar.
Objetivo: Valorar la calidad sobre la cantidad, y reflexionar antes de disparar.

4. Reinterpretar una imagen

Seleccionar una fotografía inspiradora (de redes, revistas o catálogos) e intentar recrearla con los recursos disponibles. No se trata de copiar, sino de comprender su construcción visual: luz, composición, estilo.
Objetivo: Analizar el trabajo de otros fotógrafos y aplicar esos aprendizajes de forma personal.

El papel de la edición: potenciar sin disfrazar

La edición es una herramienta útil para mejorar una imagen, pero no debería ser una solución para corregir errores fundamentales. Su función principal es resaltar lo que ya está presente en la toma original.

Ediciones recomendadas:

  • Ajustar brillo, contraste y exposición para mejorar la claridad.
  • Corregir el balance de blancos si la imagen se ve demasiado cálida o fría.
  • Recortar la imagen para centrar la atención en el sujeto principal.

Ediciones a evitar:

  • Aplicar filtros que distorsionan los colores reales, especialmente en fotografía de productos.
  • Retoques excesivos que eliminan la naturalidad de la imagen.
  • Usar edición para disimular errores de enfoque o composición.

Conclusión: La edición debe estar al servicio del estilo personal, no ser un recurso para ocultar fallas.

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Empezar con lo que se tiene

Iniciarse en fotografía es posible con herramientas simples y una actitud abierta al aprendizaje. Más allá de la cámara o los accesorios, lo fundamental es desarrollar la capacidad de observar y practicar con regularidad.

No es necesario esperar a tener el equipo ideal. Lo más valioso es empezar, prestar atención a los detalles, reflexionar sobre cada imagen y buscar formas de mejorar.

Cada mirada es única. Solo es cuestión de animarse a desarrollarla.

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